Hay momentos en que nadie te puede ayudar. El camino es largo y tienes que recorrerlo tú solo, aunque no sepas si llegarás a tu objetivo. Tus Nakamas ni tu Sensei estarán allí, todo estaba preparado para que pases la prueba solo.
Busca un rincón del Dojo y quédate en ese lugar, reflexiona y llega hasta el fondo. Sólo tu sabes lo que necesitas para ayudarte, sabes que cosas te hacen feliz. No esperes, realízalas.
Entrena sin parar, no te darás cuenta cuando te hayas ayudado y estés en calma.
El Budoka se ayuda a si mismo, esta es la filosofía del Budo.